Para los acarigueños

Este instrumento informativo servira de vocero de las inquitudes de los habitantes de las comunidades de Acarigua, asi como para dar a conocer las diferentes probematicas que estas tengas, es un medio informativo comunitario

lunes, 31 de agosto de 2020

 

Bodega El Pobre de Amabilis Figueredo

Mario Manzanares

Esta pulpería, bodega o mini bodegón si se puede llamar así, estaba ubicada en la antigua calle 10 con avenida 14, justo hoy día esta levantado el Centro Comercial Metropolitano. Esta popular bodega cuyo dueño era Don Amabilis Figueredo, larense de pura cepa y hombre de gran arraigo popular. En su bodega se conseguía todo lo que usted buscara, desde aguardiente de caña con culebra ciega hasta bultos de leña para su fogón.

Hoy día la bodega el pobre está ubicada en el barrio Colombia a pocas cuadra del Liceo Páez, donde funciona también una radio la 49.9 Figueredo, propiedad de un hijo de nuestro protagonista Amabilis. Continua con la venta de todo lo que en otra parte no se consigue, allí hay de todo.




 

El Imparcial de don Teófilo Leal

En 1918, don Teófilo Leal abrió las puertas de semanario El Imparcial, conocido periódico de Acarigua, que fue el primero en circular en esta tierra para beneplácito de todos los habitantes de aquel momento contemporáneo de Acarigua.

El Imparcial se convirtió en el mecanismo informativo de las diferentes fuentes sociales, se encargó de hacer crecer al pueblo, su comercio y todo lo que allí se publicitaba subía como la espuma, nació en Portuguesa y en especial en Acarigua el medio de comunicación para el desarrollo.

Don Teófilo Leal, daría paso años después a Manolo Escalona, quien fundo una dinastía Los Escalonas de periodistas y reporteros que mantuvieron por muchos años el periódico en circulación, hasta cuando las fuerzas de don Manolo cayeron y perdió su estatus hasta que cerró sus puertas, dejando honda huella  en los corazones de todos los acarigueños.

 






El cine de don Benjamín Barrios

En el año 1920, hace hoy unos 100 años, en esta popular casan de don Benjamín Barrios, abrió las puertas el cine que fue la atracción de grandes y chicos. El cine toda una novedad para la época, todos iban a las funciones casi privadas de don Benjamín, ya que el local donde estaba el proyector no era de gran Tamayo y las butacas o sillas de cueros no eran muchas tampoco, aquel que llegaba después de cerrarse la puerta se quedaba sin ver la película. Entrar tenía su costo de un real, para apreciar el estreno de alguna película mexicana, ya que las americanas venias sin subtítulos y nadie las entendían. Se preguntaran dónde estaba ubicada esta casona, que aún está de pie para que la ubiquen bien, antigua calle 11 hoy 28, casi al lado de la Federación de Maestros y diagonal al hotel Portuguesa, allí fue el cine de don Benjamín Barrios.

 



 

 

La Terraza, primer gran bar de Acarigua

Mario Manzanares

En pleno centro de la ciudad de Acarigua, muy cerca de donde se construiría unos años después el Bulevar San Roque, funciono lo que para muchos fue el primer centro nocturno del pueblo, el Bar La Terraza. Fue muy popular en la época de los 50, 60 y 70, en la esquina de hoy está el banco del Caribe allí se ubicó este local, estaba la bomba de gasolina y el terminal de buses, ya que no existía terminal de pasajero.

Allí concurrían hombres de todas las clases sociales, donde se tomaban sus tragos, y disfrutaban de presentaciones que eran la atracción del local, bailes de jóvenes que deleitaban a todos los asistentes con hermosos show, que eran muy aplaudidos por demás. Todo transcurría con toda normalidad, hasta la hora del cierre del negocio.

 






Casa de Alto, un negocio moderno de Acarigua

Mario Manzanares

Casa de Alto fue sin lugar a dudas una novedad, primero por ser una de las primeras edificaciones en pleno centro de la ciudad que era de dos pisos, y la otra porque se convirtió en el primer negocio de venta de víveres a gran escala en el comercio citadino.

Este local sirvió al pueblo de Acarigua hasta que fue demolido en la época de los años ochenta para dar paso a otros emblemáticos locales que brillaron en esa misma esquina, siendo uno de los más recordados para mí el Abasto Caracas y en la actualidad está El Volcán.

Al lado buscando hacia la plaza Bolívar, nació el Instituto de Comercio de Acarigua, donde forjo a los nuevos bachilleres en que hacer comercial que ya crecía en la ciudad, allí el instituto fue mudado a la actual sede ubicado en Campo Lindo, debido a las muchas huelgas que los estudiantes propiciaban y causaban daño al comercio, eso fue lo que adujeron las autoridades para su cambio de sede, a una que aún no estaba finalizada ni entregada y los estudiantes así la tomaron. Y al lado del liceo estaba el partido Social Cristiano Copey, que también era alborotador y los estudiantes cuando eran perseguidos por la policía, si no entraban a esconderse en el liceo lo hacían en Copey, trayendo grandes refriegas entre policía y dirigentes políticos y estudiantes.

 

 


Simplemente Mama júa

Mario Manzanares

Mucho o poco se ha escrito sobre este súper reconocido personaje de todas las épocas de la ciudad de Acarigua. José Veloz, era su nombre bautismal, con el que fue bautizado su progenitora doñas Juana Veloz, nativos ambos de esta ciudad y residenciados en pleno centro de Acarigua.

Mamajùa, cariñosamente llamado así, era un hombre con problemas físicos o con discapacidad, sufría de una penosa enfermedad denominada elefantiasis, o sea, grosor en sus piernas al parecido a las piernas de los elefantes, que le hacían su caminar un poco lerdo. Era de una personalidad tranquila, se dice de que logro tener mucho dinero, productor del alquiler de casas de su propiedad, y que era muy estricto a la hora de cobrar las mensualidades, tanto así que aquellos que se atrasaban en el pago, podían perder el techo de la casa en la noche, Mamajùa se encargaba de quitárselo y hasta que no cancelaran la deuda no reponía el techo, gran cobrador diría yo.

Se le vio por las calles y avenidas de su querida Acarigua cargando un pesado carro de mano, con pesados listones que utilizaba para cargar leña para su madre o botar basura por la que le pagaban. También era muy usual verlo a las puertas de la iglesia San Miguel o la Corteza, allí solicitaba ayuda monetaria a los feligreses que acudían a la misa o a los bautizos, y recibía la caridad de los congéneres.

Cuantas otras anécdotas no habrá de este gran personaje de Acarigua, que con su gracia, su personalidad y el amor por su madre le dieron el sitial de honor que hoy tiene entre los acarigueños, pronto a cumplir 400 años nuestra apreciada Acarigua.

 

 

Nuestro querido cine Curpa

Mario Manzanares

Fui un apasionado y fiel visitante de mi querido cine Curpa, era amante del cine mexicano y era en ese local donde más presentaban o proyectaban películas de este género que todos querían ver, películas cómicas, vaqueras, de amor, enmascarados, en fin para todos los gustos.

Las películas de Santo, Mil Mascaras, Blue Demond, Cantinflas, Clavillazo, Los Gavilanes, la Yegua Colorada, El Águila Negra, entre otras que ya no recuerdo pero que fueron de gran auge en el cine Curpa, sobre todo los domingos que se llenaba, tanto por el palco como el conocido gallinero.

Claro que el Cine Curpa tenía su competencia, a tan solo cien metros existía otro cine recordado por muchos, el Alianza, que también presentaba películas mexicanas, pero los dueños de este cinematógrafo traía al mercado una nueva novedad, las películas orientales o cine chino, donde la violencia era el  drama de este género. También utilizaban para lograr adictos las películas, cine del lejano oeste, gringo e italiano, los conocidos Western, donde brillaba Triniti, Sábato, y el súper conocido Clint Eadword. Por la avenida Libertador está el monstruo donde iba la clase media alta de Acarigua, estaba para ello el Cine Páez, al lado del Salón Americano, este cine exhibía las películas de acción echas en Los Ángeles en la Meca del cine Hollywood, donde vi Harry el Sucio, entre otras grandes producciones como Terremoto y Tiburón. 

 

 

 

Heladería Bella Acarigua, donde el helado era sabroso

Mario Manzanares

Tuve el gusto de saborear los ricos helados que despachaban en la Heladería Bella Acarigua, ubicada donde hoy está la sede de Cadafe en plena avenida Libertado, al frente de lo que ayer fue la fuente de agua del bulevar San Roque y hoy no sé qué es lo que quiso hacer allí el alcalde de Páez, Efrén Pérez, porque lo que veo es una esfera no terminada que adorna el lugar.

Esta heladería, no era lujosa, ni nada por el estilo, pero lo que si les puedo decir que los helados que allí vendían eran muy sabrosos y de mucha variedad para escoger. Tenía como competencia la Heladería Caracas ubicada al frente de la placita La Corteza o burrita, cerca de la plaza Bolívar, pero la gente conocía de su calidad y caminaba hasta donde estaba ubicada la Bella Acarigua.

 

A falta de gasolina…bueno son los triciclos

Mario Manzanares

El problema de la gasolina, el alto costo de los carritos por puestos o taxi, y lo incómodo para una anciana viajar en buseta, el necesitado debe recurrir a otro medio de transporte para trasladarse a donde quiera llegar. A mi querida progenitora, doña Carmen, al no poder costear por lo caro de un taxi que estaba cobrando la bicoca de 10 dólares por llevarla de Durigua al Algarrobo, todo un atraco, si puede decir, pero aquí nadie le pone un coto a estos señores que abusan con los pasajes, y todos nos quedamos callados. Si, así como lo lee, mi viejita necesitaba llegar a un centro médico integral para una placa del pecho y el taxista quiso hacer su agosto en agosto, y quería cobrar más que el costo mismo de la placa, que tal. Mi sobrino Pancho, nieto de mama, a ver tan brutal abuso se trajo su triciclo, puso un mueble y le dijo abuela móntese que yo la llevo, mi nonagenaria madre sin más ni más, se subió al triciclo con su nieto y le dijo, “arranque pues”, y se hizo la placa solicitada por su médico el doctor Alberto Torres. Al necesitado Dios lo ayuda.

 

Club Deportivo Baraure, campeón de campeones

Mario Manzanares

Los años 80 y 90, se puede decir sin miedo a equivocarme que fue la época dorada del futbol amateur de Portuguesa, se gozaba de una Asociación que mantenía ocupado todo el año a los futbolistas con sendos campeonatos municipales y estadales, equipos que brillaban a lo largo y ancho de los municipio Páez y Araure. El flamante presidente de la Aso fútbol era el dinámico italiano de nacimiento, amante por demás del futbol Don Elisario Pagliocca, un verdadero baluarte de este deporte en las gemelas y en el estado. A Elisario Pagliocca jamás le agradecieron lo que hizo por el futbol, pero aquí lo recuerdo con aprecio y honor a quien honor merece.

Grandes clubes hacían vida en estos torneo que sábado (juveniles) y domingo (Primera categoría), daban vida  a las diferentes canchas de futbol de las gemelas, equipos de la talla del Deportivo Páez, una trabuca con Ñaño, Comanche, Freddy Pacheco, Carlos Alvarado, Like, entre otros; Durigua FC, con el Lobo, Tony Cuicas, Luis Rincones, Guido, “Conejo Marioman”, “el Conejo” Gómez, la Baba Francisco, entre otros. También estaba en friega Agua Blanca, Limoncito, San Vicente, La Corteza, La Fundación, Villa Araure y i segundo equipo el Club Deportivo Baraure que junto al Unión, hacían del estadio “Jesús María Cedeño” una cancha difícil para las visitas.

El Club Deportivo Baraure, equipo donde logre dos títulos de campeones y tres títulos de arquero, fue mi segundo equipo en la Liga, ya que el primero fue Durigua, con quien gane cinco títulos consecutivos. La foto que ilustra esta reseña, de los jugadores que allí están posando sentados de izquierda a derecha; Memin, Nelo, Larrarte, el Mudo, Cheo. Arrodillados de derecha a izquierda: Omar Salas. Arturo Salas, Fale y dos juveniles. De pie de derecha a izquierda: Mario “Conejo” Manzanares, Oscar, William “La Gallina”, Carlos, Fabián Castillo, “Chino” Russa y Ender el segundo arquero. El técnico del equipo era Emigdio Linarez y Cornelio Osuna su ayudante.

 

El doctor Dimas fue un alcalde Carismático

Mario Manzanares

Entre los alcaldes que han gobernado al municipio Páez, no sobre sale ninguno en carisma más que el doctor Dimas Salcedo Nadal, alcalde en la década de los 90 en ayuntamiento de Acarigua. Apreciado por sus empleados y obreros por ser leal a su condición humana, y respeto hacia los demás.

El burgomaestre Salcedo Nadal, le gustaba compartir desde una chicha, su bebida preferida hasta una arepa vendida por cualquier vendedor ambulante que  se acercaba a donde estuviera la operación hormiga haciendo el trabajo de ornato y limpieza de Acarigua, allí el propio alcalde les repartía las arepas a sus muchachos, así como él les decía.

Los operáticos de la Hormiga, por lo general eran nocturnos, para que todo al día siguiente fuera una novedad, una noticia fresca para comentar, y los obreros se peleaban por trabajar las horas nocturnas con el alcalde, pagaba bien las horas extras y nunca faltaba un apelativo de comida para todos los que trabajaran. Yo hacia las compras recuerdo que iba a Mac Gorra, popular negocio de los Gordillos de ventas de hamburguesas, y llevaba para todos con su refresco de lata, eran otros tiempos y Acarigua era otra, más limpia y mejor ordenada. Eso no quiere decir que ahora este sucia y desordenada, solo son otros tiempos de mando. En la gráfica lo vemos al frente del estadio General Páez, en un operativo de limpieza, montado en la bicicleta del vendedor de arepas y el despachando desde la bici, así era el doctor Dimas, servidor de sus obreros y estos rendían al doble a ser bien atendidos.

 

Feliz Pacheco… su última carrera con la vida

Mario Manzanares

En su juventud Feliz Pacheco, fue un corredor de aliento, un maratonista de esos que eran duro de vencer, de esto pueden dar fe otros grandes corredores de la época como Fernando Ochoa, Carlos Almao y hasta el mismísimo Amado Pérez. Un problema con la justicia lo saco de circulación por varios años, cuando recupero su libertad, luego de pagar por el error cometido, quiso volver al atletismo en el maratón aniversario de Durigua en 1978, allí se enfrentó a mí por primera vez, cuando inicio la carrera alguien me dijo “Conejo” cuídate de Pacheco, yo hice caso omiso a la advertencia y salí disparado a correr, la salida fue en Aguas de Portuguesa con llegada en Durigua, no lo vi en la Libertador ya que iba punteando y a mi lado Antonio Gutiérrez que a la postre fue el ganador. Feliz, animó los primeros metros de la carrera, era hermano de una familia de deportistas, Freddy Pacheco, Candito, la “Brocha” entre otros y residenciado en barrio Colombia. Porque relato esta historia, porque Feliz Pacheco siempre fue un luchador, se aferró a la vida y siempre, luego de su error trato siempre de hacer lo mejor. Se dedicó a jugar bolas criollas, y su última aparición deportiva ocurrió en los juegos del Clap, y participando en una caminata, con llegada a la plaza Bolívar, finalizando, logrando puntuación para su equipo, lleno de euforia, alegría del momento tomo agua, se mojó el cabello, se sentó y callo desmayado, sufrió un infarto falleciendo delante de todos sus amigos y compañeros de equipos. Nada se podía hacer ya, su cuerpo había dejado de respirar, un hondo pesar sacudió las entrañas de todos los que lo conocieron. Se fue Pacheco, fue el sollozo a unísono que se escuchó, allí se enmudecieron los vítores, se calló la alegría y se fue un mejor hombre. Hasta siempre Feliz Pacheco.

 

Dos voces del deporte y… Pepe

Mario Manzanares

El mundo del futbol portugueseño se deleita de grandes voces que siempre ha tenido la locución deportiva acarigueña, voces de la talla de Marcelo Postorivo, Wilmar Angulo, José Yasit Soto Mayor, Pedro Zárraga, José Alberto Asuaje, entre otros. Escucharlos es saber lo que relataran estos señores del mundo del Portuguesa FC, en las diferentes emisoras los escuchamos con sus comentarios chispeantes sobre el balompié tanto regional como nacional e internacional.

En esta grafica que les presento están Marcelo Postorivo, excelente ex árbitro profesional de futbol rentado venezolano y hoy un flamante comentarista y relator de futbol, al lado de otro que nada tiene que envidiarle a Postorivo, quien en su juventud fue un afamado mediocampista me refiero a José Alberto Asuaje, y Pepe Roldan, quien nunca jugo futbol, ni conoce el balón y mucho menos se atreve a comentar lo que no conoce, ya que comunicador social que es se debe a su profesionalismo, lo que sí sabe Pepe y mucho es de ser operador de los equipos de transmisión al igual que Asuaje, ambos duchos en esa materia.